Prode

Luego de borrar los emails de publicidad bancaria, de redes sociales y las cadenas de oración enviadas por parientes de avanzada edad, posó la mirada en uno que como asunto tenía simplemente “¡Hola Marcelo!” y decidió abrirlo antes de eliminarlo definitivamente.

Hola Marcelo,
Espero que te llegue este email. Se que estas bien. Te va a sonar raro, pero soy vos mismo escribiendo desde el futuro. No puedo decir mucho salvo que este fin de semana van a ganar Boca y Racing. Espero que alcance para que me creas y cuando eso pase, contestes.
Marcelo

Primero sonrió, pensando en lo poco probable que era que ganara Racing aquel fin de semana. Luego decidió dejarlo y averiguar más tarde si era un chiste. O bien buscar el texto del correo o la dirección del remitente para asegurarse de que fuera una estafa o algo similar.
El domingo casi a medianoche volvió a abrirlo, luego de que finalizara el encuentro 4 a 2 en favor de Boca Jrs. Escueto. Sin poder contener su curiosidad, contestó.

No te creo, quien sos?

La respuesta se hizo esperar. Mientras tanto, durante la semana, había preguntado en el trabajo si alguien sabía algo al respecto. Pero, ante las respuestas burlonas, desistió.
Llegó el jueves.

Soy vos Marcelo pero en el futuro. Sale muy caro enviar esto asi que puedo mandar pocos mails. Fui seleccionado, o sea vos tambien para arreglar cosas del pasado. No puedo decir mucho porque puedo arruinar todo. Este fin de semana ganan River y San Lorenzo.
Por favor creeme y contestame solo si estas dispuesto a ayudar.

Estaba atónito. Paranoico. Le pareció una estupidez. Era una broma que igualmente iba a terminarse ese fin de semana. Nadie tenía tanta habilidad para adivinar resultados y además el tiempo hace que estas cosas pierdan su gracia.
Pero siete días más y dos victorias predestinadas forzaron la decisión de Marcelo.

Quien seas. Si sos yo en el futuro, decime un resultado mas y lo voy a apostar. Si gano te ayudo.

No era un gran apostador, pero haber visto cuatro aciertos valía el intento. Se limitó a esperar el próximo email y jugarle un asado completo al portero del edificio.

Gracias! Nunca lo vas a saber pero estas salvando al mundo. Este finde gana Tigre. Si ganas cuento con vos.

*  *  *

El domingo del partido, Yanina estaba sentado en la plaza Ejército de Los Andes frente al cementerio de Chacarita. Llegó una señora de edad avanzada, se sentó junto a ella y luego de saludarla, le explicó que en su negocio a veces quien no paga como corresponde termina pagando de alguna otra manera. A veces en efectivo, a veces dando el ejemplo, a veces mitad y mitad.
Yanina, que ya había trabajado en casos similares, respondió con profesionalismo.
-No hay problema. Deme el número de patente del auto y dónde lo ubicamos. El tipo va a cobrar algo del seguro y se va a asustar. Va a pagarle. Yo me llevo una parte en efectivo ahora y luego, si quiere, hacemos una factura por servicios de “Administración de Servidores de Email” para la otra parte.
La señora le dió un paquete, le dejó un papel con datos y se retiró.
Yanina volvió a su casa. Se sentó en la computadora y revisó los resultados deportivos. Inició un programa de base de datos. Miró la lista de a quienes les había enviado que ganaba Boca y Racing. Luego descartó a los que les dijo que River y San Lorenzo perdían. Finalmente buscó entre los que habían contestado y tenían marcado a Tigre como ganador. Abrió un programa para redactar un email.

Marcelo, se que viste el partido. Necesito que me ayudes y no me voy a contactar mas. En mas o menos un mes despues de que viste estos emails, un accidente donde un conductor mata al hijo de un politico desata una guerra civil que termina con la vida de cientos de miles de personas. Tenes que ir a Vera y Loyola y en esa zona vas a encontrar un auto de patente XYZ 555. Es el auto que va a provocar el accidente. Tenes que prenderlo fuego y que no quede nada para que nunca atropelle y asi salvar a miles de inocentes.

*  *  *

-Sí, sí. Se me quedó el auto a unas cuadras. El auto.- Contestó Marcelo al día siguiente, cuando el playero de la estación de servicio preguntó para qué necesitaba cargar el bidón de nafta.